Variedades

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La sistemática del hámster


Dentro del reino animal los hámsters estamos clasificados como sigue:

Orden: roedores (Rodentia)
Suborden: miomorfos (Myomorpha)
Superfamilia: roedores tipo ratón (Muroidea)
Subfamilia: cricetinos (Cricetinae)
Grupo: hámsters (Cricetini)

GéneroCalornyscus
Hámster ratón
Calornyscus bailwardi (Thomas, 1905)

Género: hámster enano de cola corta
Phodopus
Hámster enano de Zungaria
Phodopus sungorus (Pallas, 1773)
Hámster enano de Roborowski
Phodopus roborovskii (Satunin, 1903)

GéneroAllocricetulus
Hámster enano de Eversmann
Allocricetulus eversrnanni (Brandt, 1859)
Hámster enano de Mongolia
Allocricetulus curtatus (G. AIlen, 1925)

Género: hámster enano gris
Cricetulus
Hámster enano dáurico
Cricetulus harabensis (Polla. 1773)
Hámster enano chino
Cricetulus griseus (Milne-Edwards, 1867)
Hámster enano de cola larga
Cricetulus longicaudatus (Milne-Edwards, 1867)
Hámster enano gris
Cricetulus rnigratorius (Pallas, 1773)
Hámster enano del Tíbet
Cricetulus Larna (Bonhote, 1905)

GéneroTscherskia
Hámster rata enano
Tscherskia triton (De Winton, 1899)

Género: hámsters grandes
Cricetus
Hámster vulgar
Cricetus cricetus (Linné, 1758)
Cricetus c. nehringi (Matschie, 1901)

Género: hámsters medianos
Mesocricetus
Hámster dorado
Mesocricetus auratus (Waterhouse, 1839)

Hámster enano de Zungaria
Phodopus sungorus

   Con su longitud de 7 a 10 cm, este animalito es verdaderamente una miniatura. Su patria se extiende por las estepas de Asia septentrional y oriental de la antigua URSS, Manchuria y Mongolia. Su aspecto es bastante rechoncho. Al igual que el hámster listado chino, es de color gris y tiene asimismo una lista central oscura que llega desde la frente hasta la blanca colita, que sólo mide 1 cm. de largo. Sin embargo, sus flancos son de color bien diferente. A lo largo de ellos discurren unas anchas bandas casi negras, formando grandes arcos curvados, que separan la parte superior gris de la inferior blanca. Las patas y los pies también son blancos e incluso las plantas de los mismos están cubiertas de densos pelos blancos. Las pequeñas orejas de pelo gris tienen los bordes blancos. Muy al norte de su zona de distribución, los hámsters de Zungaria tienen el pelaje completamente blanco desde comienzos a finales de invierno.

   Este pequeño hámster no se mueve con la agilidad del hámster listado chino o del hámster enano de Roborowski. Más bien parece torpe o un diminuto osito. Para su seguridad durante el día y para almacenar provisiones excava una madriguera. En verano, ésta es menos profunda y ramificada que en invierno. De todas maneras, posee una cámara-dormitorio bien acolchada, una o varias despensas, una galería de entrada y diversas galerías ciegas. Durante el invierno este hámster se deja ver menos en el exterior que, por ejemplo, el hámster listado chino, pero tampoco hiberna durante demasiado tiempo. Puesto que antes del invierno lleva bastantes provisiones a su madriguera, parece ser que se despierta cada día para comer. Por otra parte, incluso cuando hace frío o nieva, va a sus almacenes de provisiones, que a menudo se encuentran a 50 m y más de su nido.

   Al igual que todos los hámsters, el hámster de Zungaria también es solitario. Sin embargo, no es tan arisco con sus congéneres como lo somos el hámster dorado o el vulgar. Si se encuentran dos hámsters que no se conocen, también dan unas cuantas vueltas uno alrededor del otro para olisquearse los cuartos traseros, pero a diferencia de los demás hámsters, éstos no entablan combate, sino que siguen su camino. En el caso de nosotros, los hámsters dorados y de los vulgares, tal encuentro terminaría en una pelea.

   Gracias a su carácter relativamente pacífico es posible mantener juntos varios hámsters de Zungaria. si bien han de ser hermanos de camada. De lo contrario, se tendrían que alojar en una jaula neutral para ambos. En la mayoría de casos convivirán bien y también ocuparán la misma casita-dormitorio.

   Si se tiene una parejita en la misma jaula y al cabo de cierto tiempo la hembra echa al macho del nido común, probablemente estará preñada. Si soporta al macho en la jaula, en la cual éste ocupa entonces un nido-dormitorio propio, no hace falta sacarlo. El macho no resultaría peligroso ni para la hembra ni para la prole. Así se puede cuidar una familia de hámsters enanos de Zungaria, siempre que la jaula sea suficientemente grande. Aunque estos hámsters sean más pequeños que nosotros, los dorados, es preferible que dispongan del mismo espacio que éstos. Tan sólo dependerá del humano que les cuide, del espacio de que disponga así como de su bolsillo, el que adquiera una jaula metálica sencilla o una de varios pisos, o incluso un terrario con una capa de fondo lo más gruesa posible para que los animalitos puedan excavar.

   La cría es relativamente simple y transcurre de manera similar a la de los demás hámsters. Durante el celo el macho da vueltas alrededor de la hembra y la sigue continuamente. Los apareamientos se repiten con mucha frecuencia. Tras una gestación de 21 días suelen nacer 5 crías; siendo a veces sólo 2 o incluso 10. Las crías pesan 1 grms., pero crecen con rapidez, por lo que una semana más tarde ya pesan 5 grms., y a los 2 ó 3 meses son adultos, con 35 a 50 grms..

   El pelo les sale a las crías, que nacen ciegas y rosadas, a la semana escasa. Los ojos se abren a las 2 semanas y entonces los pequeños ya empiezan a corretear por los alrededores del nido, tomando alimentos sólidos. A las 3 semanas se independizan.

   Puesto que el hámster enano de Zungaria procede de regiones frías con inviernos largos, sólo suele tener de 3 a 4 camadas por año, y además en el período de abril a septiembre. Con las temperaturas constantes de nuestras casas con frecuencia crían 5 veces.

   El hámster de Zungaria se alimenta de gran cantidad de semillas de diferentes gramíneas, si bien las más importantes parecen ser la potentila y el salicor o barrilla. Sin embargo, come asimismo cereales, las partes verdes de los vegetales e insectos.

   La alimentación en cautividad debe ser similar. Además de comida para aves exóticas, canarios y pájaros de bosque, también se le debe dar comida para hámsters dorados. A fin de cubrir sus necesidades proteínicas, se le pueden proporcionar galletas para perros, gambas, "gusanos" de la harina y un poco de ternera picada cruda, así como corazón de ternera hervido. Para más consejos alimentarios, véase la sección de alimentación. 
Hámster enano de Roborowski
Phodopus roborovskii

   Con sus 7 a 9 cms. de longitud de cabeza y cuerpo, el hámster enano de Roborowski es el más pequeño de todos. Su colita sólo mide 1 cm. escaso y por ello casi no sobresale del pelaje, como también es el caso en el hámster enano de Zungaria. Por esta razón se clasifican ambos en el género Phodopus o de hámsters enanos de cola corta.

   El dorso del hámster enano de Roborowski es de color pardo amarillento a pardo rojizo, con un poco de gris en el centro de la cabeza y de la espalda. Sobre los ojos presenta una pequeña mancha blanca, al igual que a ambos lados de su hocico. Los bordes de las orejas también son blancos, al igual que el vientre y los pies. Los ojos de esta especie son particularmente grandes.

   La patria del hámster enano de Roborowski es Mongolia, así como las regiones limítrofes orientales y occidentales de China y las zonas occidentales de Siberia. El hábitat de este pequeño y ágil hámster son los desiertos arenosos y las zonas semidesérticas, tan abundantes en esas regiones. En esos terrenos áridos ha de recorrer grandes trechos para conseguir suficiente alimento. Dicho alimento lo transporta en sus grandes abazones al nido, donde lo consume. Se trata principalmente de las diminutas semillas de las pocas hierbas y otras plantas que crecen allí.

   El hámster enano de Roborowski excava su madriguera, sumamente simple, en la arena. Se compone sólo de una sencilla galería de unos 50 a 100 m. de longitud con una cámara-nido en el extremo inferior. El nido lo acolcha con briznas suaves de hierba y con pelos de camello. Dado que a menudo construye su madriguera en la arena de las dunas móviles, ésta se deshace con rapidez, de modo que frecuentemente ha de construirse una nueva.

   Los hámsters enanos de Roborowski se pueden adquirir desde hace unos pocos años en las tiendas de animales. Al comienzo son animalitos muy asustadizos, que no suelen volverse tan mansos como nosotros los hámsters dorados. Dado que en plena naturaleza corren mucho, se les debe dar una jaula de gran tamaño y, sobre todo, una rueda de ejercicios, que utilizan a gusto y con constancia.

   El señor Klaus-Georg Mau (de Hamburgo) logró criarlos. Para sus hámsters dorados y de Zungaria utiliza para su alojamiento cajas para animales pequeños de venta en los comercios, con las medidas de la base de 100 x 40 ó 100 x 60 cms. Dichas cajas están fabricadas en plástico y uno de sus lados es de plexiglás, lo que permite observarlos no sólo desde arriba sino también de lado. Como cama pone virutas de madera, que se pueden adquirir ya purificadas en las tiendas de animales. Además, a los hámsters enanos de Roborowski les coloca en la jaula una bandejita con arena fina. Dado que son habitantes de las dunas, pueden cavar en ella y, al mismo tiempo, tomar el baño de arena tan necesario para el cuidado de su pelaje. Por lo demás, en sustitución de sus galerías y cámaras subterráneas, les gustan mucho los cilindros de cartón del papel doméstico o higiénico, con los que juegan, o en los que se esconden y corretean.

   Como alimento el hámster enano de Roborowski prefiere -y es lo que le sienta mejor- comida para pájaros exóticos de semillas pequeñas con mucho mijo y alpiste y muy poca cantidad de mezcla para canarios, con semillas oleaginosas. También se le pueden dar semillas de gramíneas. Los granos de cereales y las pipas de girasol ya son algo demasiado grandes para estos diminutos hámsters.

   El hámster enano de Roborowski se entusiasma con la fruta blanda, jugosa y dulce y son perfectos para él las manzanas, las peras, el plátano, las uvas y, además, las endibias, el álsine y otras hierbas silvestres. Cada día se le ha de dar un poco de todo eso, pues así cubre sus necesidades de líquidos. En este caso no necesita agua para beber. Si se le da, nunca hay que ponerle un cuenco en su jaula, ya que sin darse cuenta se mete dentro, se moja y se resfría, enfermando y pudiendo morir. Como es oriundo de las secas estepas arenosas, no soporta la humedad asociada al frío o a las corrientes de aire. Por el contrario, es poco sensible al frío seco. De manera que si se le da agua, ha de ser en un bebedero automático, de cuya boquilla pueda chupar una gota de agua cuando lo precise. 
Hámster enano de Eversmann
Allocricetulus eversmanni

   La longitud de la cabeza al extremo del cuerpo es de 14 a 16 cms., por lo que tiene casi el mismo tamaño que nosotros los hámsters dorados. Su colita, que mide de 2 a 3 cm, es casi el doble de la de éste. Su patria se extiende por el Kazakhjstán desde el norte del marCaspio hasta el oeste de Mongolia. Allí vive en hábitats principalmente desérticos o esteparios, pero también en zonas cultivadas, donde se alimenta de cereales y otros frutos del campo. Si no, se alimenta principalmente de semillas de gramíneas y de otras semillas, así como de insectos, arañas y caracoles.

   Su pelo es de color pardo oscuro o arena rojizo en el dorso yblanco grisáceo o blanco en el vientre. Mancha gris, parda o pardo rojiza en el pecho.

Hámster enano de Mongolia
Allocricetulus curtatus

   La zona de distribución de este hámster enano, de 11 a 15 cm de largo, limita por el este con la del hámster enano de Eversmann y se halla situada en Mongolia, llegando por el oeste a las regiones ex soviéticas y por el sudeste a las chinas. El hámster enano de Mongolia habita allí, tanto en las estepas y los bosques secos claros como en campos, jardines o asentamientos humanos, no siendo abundante en ningún lugar.

   Su modo de vida y su aspecto son tan similares a los del hámster enano de Eversmann, que algunos científicos le han considerado una subespecie de éste. Sin embargo, en 1960, Matthey realizó investigaciones y constató dotaciones cromosómicas distintas, de modo que se han de considerar ambos como especies autónomas y diferentes.

   El dorso es de color gris amarillento, y su vientre es blanquecino. Carece de la mancha pectoral típica del hámster enano de Eversmann. Se dice que las crías del hámster enano de Mongolia son primero totalmente grises, y que su color se transforma más tarde en gris amarillento o gris pardusco.

   Una parte de la alimentación básica de este hámster consiste en cereales y muchas semillas de plantas silvestres, mientras que la otra se compone de invertebrados, sobre todo escarabajos, pero también acepta arañas y caracoles. Apenas presta atención a las partes verdes de las plantas.

   Elhámster enano de Mongolia no desempeña papel alguno como animal doméstico o mascota y no se dispone de datos acerca de si se importa o no.
Hámster enano daúrico
Cricetus barabensis

   Este hámster enano, que mide de 8 a 13 cms. de largo, con una colita de 2 a 3 cms., vive en el sudeste de Siberia, en Mongolia y en las regiones del nordeste de China.

   Como los restantes representantes de su género tiene un hocico algo más alargado que los demás hámsters.

   Su color puede diferir mucho y variar del gris con un brillo rojizo al pardo oscuro, pasando por el pardo rojizo. A lo largo del centro de su dorso discurre una línea oscura que, sin embargo, no se observa con claridad en todos los animales. El color oscuro del dorso se convierte en los flancos lentamente en el color gris claro del vientre. Las orejas oscuras tienen bordes claros.

   En invierno las plantas de los pies poseen pelo mientras que en verano están desnudas, pudiendo verse bien las almohadillas.

   El hábitat del hámster enano dáurico son las estepas y zonas semidesérticas, pero también los bosques de coníferas claros, los campos de cereales y de mijo, los linderos de los campos y los asentamientos humanos. Se alimenta de semillas secas y también de insectos y moluscos.

   Hasta ahora no conozco nada acerca del mantenimiento de este hámster enano. Pero cabe suponer que se ha introducido en el comercio del ramo como hámster enano chino, ya que en el pasado ambos se consideraron subespecies de la misma especie. Sólo las investigaciones de los cromosomas han demostrado que se trata de dos especies distintas. 
Hámster enano chino
Cricetulus griseus

   Este hámster, que sólo mide de 8 a 13 cms. de largo, procede de las estepas y regiones semidesérticas chinas y mongolas, también recibe el nombre de hámster listado chino o, simplemente, hámster chino. El pelo presenta una estructura sedosa y es muy denso.

   El dorso es de color gris ratón. Entre los grandes ojos negros comienza una estría central oscura, a veces bastante pálida y apenas visible, que llega hasta la cola. Esta es clara y, para un hámster, relativamente larga, pues mide de 2 a 3,3 cms. Los pies y el vientre son blancos, si bien la lana inferior es de color gris oscuro.

   También las plantas de los pies muestran pelo, al menos los meses de invierno.

   Los machos del hámster chino pesan entre 35 y 45 grms., y las hembras entre 30 y 38 grms. Las crías recién nacidas pesan entre 1 y 1,5 grms.; al cabo de un mes pesan aproximadamente 20 grms. Abandonan el nido cuando tienen 8 a 10 días, toman alimento sólido a los 9 a 11 días y a los 15 días ya son destetados. Los ojos se abren a los 13 ó 15 días. A la edad de 4 semanas ya son sexualmente maduros y adultos a las 4 a 7 semanas.

   La reproducción es casi tan rápida como la nuestra. Tras una gestación de 20 a 22 días, la hembra pare como promedio unas 7 crías. Sin embargo, cada año sólo suele tener de 4 a 7 camadas, que nacen a intervalos de 45 días. Ello se debe a que el hámster chino está acostumbrado a una pausa invernal en su ciclo reproductivo, debido a su procedencia de regiones frías. Asombrosamente no hiberna, ni siquiera cuando hace mucho frío; se han encontrado animales incluso a -40ºC. Por otra parte, también se pueden ver sus huellas en la nieve cuando va desde su madriguera hasta sus almacenes, que dispone en aquellos lugares en los que encuentra grandes cantidades de semillas. La distancia entre su madriguera y sus despensas puede llegar a ser de más de 100 metros.

   Una tercera parte de su alimentación se compone de proteínas de origen animal, a veces incluso las dos terceras partes. Come insectos (principalmente escarabajos), arañas y caracoles. El alimento vegetal consta sobre todo de semillas de gramíneas, del carrizo, de la potentila y del salicor. así como de variedades de alfalfa, trébol y de guisantes. Dado que este hámster se ha convertido en un animal que sigue los asentamientos humanos, se le puede encontrar en los campos de cereales, de los que lleva a su madriguera hasta 500 grms. de granos a modo de provisiones. Este hámster enano vive no pocas veces en las paredes de las tiendas de los nómadas, así como en las paredes y suelos de madera de las casas. Si no, escava en verano una sencilla madriguera que se compone de una galería de paso, una cámara y una galería ciega. En invierno se trata de un sistema de galerías que llevan a una cámara con un nido perfectamente acolchado, a una o varias despensas y a un retrete. Casi siempre también existen galerías verticales y galerías ciegas.

   Este hámster se crió por primera vez en China en 1937. Se utilizaba como animal de laboratorio y como tal se llevó a los EE.UU., en donde también se descubrió su aptitud como mascota. Como tal se puede adquirir desde 1971 también en Europa en las tiendas de animales. No obstante el hámster enano chino no se ofrece con frecuencia. Ello se debe a que la cría es extremadamente difícil debido a la enorme agresividad de la hembra. Los animales jóvenes, incluso si no son hermanos de camada, se pueden cuidar muy bien juntos. Parece ser que las hembras también conviven bien entre sí. A menudo tienen a sus crías en el mismo nido y las amamantan todas juntas. Cuando alcanzan la edad de 5 meses, las hembras se vuelven verdaderamente agresivas respecto a los machos, mutilándoles las colas y los órganos genitales y muchos de ellos mueren a consecuencia de los mordiscos.

   Los esfuerzos de criar hembras más pacíficas sólo tienen éxito muy lentamente. En la actualidad ya existen parejas que se pueden tener siempre juntas. Sin embargo, la mayoría de veces es necesario juntar a una hembra en celo por breve tiempo con el macho y bajo vigilancia, para devolverla luego a su propia jaula.

   A la edad de 2 y 3 semanas, los jóvenes hámsters chinos son muy juguetones, saltan uno alrededor del otro, luchan y emiten pequeños chillidos. Se encaraman por la jaula y cavan en todos los lugares, por lo que es bueno si ésta es grande y contiene muchos juguetes y artilugios para encaramarse, incluida una rueda de ejercicios. La jaula debe tener asimismo una gruesa capa de fondo, pues a estos primos nuestros les gusta esconderse debajo, sobre todo si quieren dormir durante el día. Naturalmente, también se les puede poner una casita-dormitorio, con abundante material para el nido, como heno y celulosa. Con sus dientes los hámsters listados chinos desgarran ambos materiales durante mucho tiempo, hasta que consiguen que su tamaño y suavidad corresponda a sus gustos.

   Los ejemplares salvajes recién cazados son asustadizos durante largo tiempo, pero si se les trata correctamente, también se vuelven mansos. Los cachorros criados en casa suelen serlo desde un principio. Dado que no muerden, también pueden cogerlos con toda tranquilidad los niños. Al no desprender ningún olor y despertarse por la tarde antes que nosotros los hámsters dorados, pueden considerarse como la mascota ideal entre los pequeños animales. Por desgracia, el hámster enano chino aún no se encuentra en todas partes, por lo que sus ventajas todavía no se han podido difundir.

Hámster enano de cola larga
Cricetulus longicaudatus

   Este hámster debe su nombre a su cola algo más larga, que mide de 3 a 4,5 cms. La longitud de la cabeza al extremo del cuerpo es de 8 a 12 cm. El dorso es de color gris amarillento claro u ocre grisáceo. A diferencia de sus parientes más próximos, este hámster no muestra la raya oscura a lo largo del centro del dorso, sino que a lo sumo es de color algo más oscuro en la nuca y sobre la cabeza. Los bordes de las oscuras orejas son de color blanco. El vientre y los pies también son blancos o de color gris blanquecino. Las plantas de los pies carecen totalmente de pelo. Las crías no son amarillentas sino de color gris mate.

   El hámster enano de cola larga habita en las zonas chinas de Mongolia interior, en la República Popular de Mongolia y en las regiones limítrofes de la antigua URSS. Allí vive en las montañas, principalmente en los taludes de tierra o de guijarros orientados al sur. Oculta su nido entre losas de piedra o se instala como inquilino en las madrigueras de las marmotas. Casi nunca excava madrigueras propias.

   La alimentación de este hámster enano se compone en su hábitat natural predominantemente de las semillas de diversas gramíneas, de berros y de crucíferas o papilionáceas, así como de las de Polygonun, el cuajaleche (galio) y la salicaria. Apenas come las partes verdes de las plantas o insectos.

   No se sabe si se han importado hámsters enanos de cola larga vivos. Es posible que se importaran ejemplares de esta especie junto con hámsters enanos chinos, tomándolos por éstos. Los hamstercillos de ambas especies apenas se diferencian entre sí. 
Hámster enano del Tibet
Cricetulus lama

   Este hámster, que mide sólo de 8 a 11 cms., habita únicamente en el Tíbet, donde vive sobre todo en las zonas áridas que preceden a las grandes montañas. Es muy parecido al hámster enano gris, cuyo hábitat se extiende más al norte. Según opinión de algunos científicos, el hámster enano del Tíbet podría ser tan sólo una subespecie del gris. 
 Hámster-rata enano
Tscherskia triton

   Este hámster, que vive en el nordeste de China, sobre todo en el interior de Mongolia y Manchuria, así como en Corea y en una pequeña zona de la antigua URSS, al norte de Vladivostok, apenas puede ser calificado ya de hámster enano. Con sus 18 a 25 cms. de cabeza a extremo del cuerpo, es de mayor tamaño que el hámster dorado. Su cola, que puede medir de 7 a 10 cms. de largo y su hocico alargado le han conferido su nombre vulgar. Su dorso es de color pardo oscuro, color que se vuelve más claro hacia los flancos para convertirse en el gris blanquecino del vientre. Las orejas oscuras a veces presentan bordes blancos.

   Mientras que los demás hámsters preferimos los hábitats secos, el hámster rata enano parece tener preferencia por zonas húmedas. Se dice que también vive cerca de los marjales y en valles, a menudo también en encinares y bosques de avellanos situados en cotas bajas.

   El período de reproducción del hámster rata enano va de mayo a octubre. Cada año nacen de 4 a 5 camadas con 7 crías como promedio. Estas están maduras sexualmente aproximadamente a los 2 meses de edad, o sea, un mes más tarde que la mayoría de los otros hamstercillos enanos.

   El mayor de los hámsters enanos se alimenta de cereales, como trigo, avena, cebada y maíz, además de semillas de soja y pipas de girasol; incluso come huesos de cereza, nueces y bellotas. Las patatas, zanahorias y partes vegetales verdes entran igualmente en su menú. En el caso de una eventual cautividad, este hámster podría ser alimentado como los cobayas o como nosotros, los hámsters dorados.
Hámster enano gris
Cricetulus migratorius

   Este hámster enano tiene una zona de distribución especialmente amplia. Llega del oeste de Mongolia y del noroeste de China a través de Kazakhjstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Afganistán, Irán y Turquía, hasta Siria, las zonas nororientales de Grecia y Bulgaria, así como a través del Cáucaso, península de Crimea y Ucrania hasta Rumania. No obstante, no se le halló por primera vez en Bulgaria hasta 1959, y en Rumania incluso hasta 1962. No en balde su nombre científico es "hámster enano migrador", pues ha extendido continuamente su zona de distribución hacia Occidente.

   Por su tamaño, de 10 a 13,5 cms. y una longitud de la cola de 3,5 cms., coincide bastante con sus parientes más próximos. Su color puede variar mucho. Si bien los grises y gris oscuro son mayoría, también se dan ejemplares de color amarillo grisáceo, gris-ocre, paja y arena. De manera similar al hámster de Zungaria, el color gris claro o blanco del vientre penetra en dos o tres ondas en el color más oscuro de los flancos. Las orejas, de color oscuro, no tienen bordes blancos y las plantas de los pies carecen de pelo.

   Por regla general, el hámster enano gris excava madrigueras bastante complicadas, por lo menos para el invierno. En ellas se encuentran casi siempre, junto a la galería de entrada oblicua y el nido bien acolchado, cierto número de galerías, despensas, retrete, galerías verticales y galerías ciegas. La madriguera invernal la suele excavar a una profundidad de unos 50 cms., mientras que la estival, con frecuencia muy simple, se ha encontrado ya a profundidades de 25 a 30 cms.. El hámster enano gris prefiere realizar sus construcciones en terreno blando y suelto. Muchas veces también amplia las madrigueras de otros roedores, adaptándolas a sus necesidades, o simplemente esconde su nido debajo de una gran piedra.

   En su hábitat natural, el hámster enano gris se alimenta de las semillas de correhuela, cuajaleche, ranúnculo silvestre, así como de las de diversas gramíneas, pero sobre todo de trigo y cebada. No obstante, también come nueces y pepitas de fruta, así como insectos y caracoles. En cautividad, tendría que ser alimentado de modo parecido a nosotros los hámsters dorados. 
Hámster vulgar
Cricetus cricetus

   El hámster vulgar, a veces llamado también hámster de vientre negro o simplemente hámster, habita desde Europa central hacia el este hasta el centro de Asia. Con sus 21 a 28 cms. de la cabeza al extremo de su cuerpo y una cola de 2,8 a 6 cms. de largo, es el más grande de toda nuestra familia de hámsters. Pesa entre 150 y 400 grms.

   El pelaje del hámster vulgar es de color negro, blanco y rojo, por lo que es el pequeño mamífero de mayor colorido de Europa central. Los dibujos cromáticos están dispuestos de tal manera que el hámster parece mayor y muy amenazador cuando se pone de pie. Con ello puede impresionar a sus enemigos o incluso asustarles.

   Como casi ningún otro mamífero autóctono, el hámster vulgar tiende a presentar coloraciones diferentes. Así, hay animales completamente negros, otros con diversas manchas claras más o menos intensas, e incluso ejemplares blancos de ojos rojos, o sea albinos. Además de estas diferencias cromáticas individuales, apenas las hay que sean de origen geográfico. De modo que la subespecie El cricetus nehringi, del interior de Asia, se diferencia simplemente por su menor tamaño.

   Junto a su vistosa coloración, el hámster vulgar tiene unas patas muy cortas. Cuando corre, parece como si se deslizara sobre su vientre. La corta cola sólo tiene unos pocos pelos, lo que también se puede decir de sus redondeadas orejas. Los grandes ojos son oscuros y parecen botones en la cabeza de hocico puntiagudo.

   Su costumbre de recoger y almacenar provisiones para el invierno le ha dado a este animal su nombre vulgar, ya que húrnstern en alemán significa almacenar. Durante la época de la cosecha, llena sus abazones con granos de cereales, pero también con zanahorias, patatas y gran cantidad de otros frutos y semillas y lo lleva todo a su madriguera. Para el invierno, ésta es más amplia y profunda que para el verano. Las madrigueras de invierno pueden estar a una profundidad de hasta 2 m. y poseer numerosas galerías, galerías verticales y, sobre todo, cámaras. De éstas, una es dormitorio, una la despensa y una el retrete. Algunas de las galerías de entrada son cegadas y están pensadas como salidas de emergencia; las demás también las tapona en invierno antes del período de hibernación, preferentemente con hojarasca y hierba. Las madrigueras de verano suelen estar a menor profundidad, a veces a no más de medio metro.

   Mientras que apenas acolcha las madrigueras estivales, que contienen sólo unas pocas briznas de hierba y fibras, los nidos de las madrigueras de invierno están totalmente llenos.

   En las llanuras, el hámster vulgar vivía en las antiguas estepas. Hoy en día habita en los campos y sus linderos. Prefiere campos de trébol rojo o alfalfa, en los que no hay que esperar molestias de envergadura durante 2 ó 3 años, y en los que siempre dispone de una mesa bien provista. A ello se añade que estas plantas, sobre todo la alfalfa, vuelven a crecer rápidamente cuando han sido segadas, de modo que el hámster siempre suele tener el cobijo adecuado. En estos campos a veces viven varios hámsters, si bien también son animales estrictamente solitarios y cada uno posee y defiende su propio territorio. Los hámsters vulgares conviven casi en colonias en las laderas sudorientales al pie de la cordillera del Altai. De todas maneras, estos animales no son más sociables que en otros sitios, sino que encuentran pocos terrenos adecuados para construir sus madrigueras.

   Los hámsters vulgares viven en las estepas silvestres y cultivadas de las llanuras. No se encuentran en las montañas, a lo sumo hasta los 400 m. de altura y en algunos lugares también hasta los 600 m. en regiones con colinas y montañas medias.

   El hámster se alimenta de cereales y otros frutos del campo; también come patatas, zanahorias y plantas herbáceas, como la alfalfa. De los cereales muerde el tallo a fin de llegar a las espigas. En las plantas de maíz y los girasoles no puede hacerlo, por lo que se encarama ágilmente por sus tallos para llegar a los granos. Casi siempre transporta su alimento en los abazones hasta su madriguera. Si no puede hacerlo, por ejemplo, cuando los cereales están demasiado húmedos, se lleva las espigas enteras atravesadas en su boca. Así por ejemplo, las zanahorias y las patatas también se las mete en los abazones, que son increíblemente elásticos. Si es necesario, también parte los frutos en pequeños pedazos con ayuda de sus dientes.

   Además del alimento vegetal, el hámster vulgar también come animales: insectos, arañas, caracoles y lombrices de tierra, así como las crías de los pájaros que nidifican en el suelo o ratones jóvenes que saca de sus nidos. Asimismo caza ratones de campo adultos, incluso en sus madrigueras, ya que puede cavar más deprisa que ellos. Entre sus presas se cuentan incluso las lagartijas.

   Si sufre de escasez de alimentos, el hámster está obligado a emigrar a zonas con mayor abundancia. En los años 1924 y 1930, hubo verdaderas migraciones masivas de hámsters de la subespecie Cricetus cricetus nehringi. Provenientes de Ucrania, los hámsters trataron por miles de atravesar a nado el río Dniéster, a fin de llegar a la orilla de Besarabia. Unicamente lo lograron los animales adultos más fuertes, mientras que las crías y los más débiles fueron arrastrados hasta el mar Negro. Los hámsters ahogados no tardaron en ser hallados por centenares en las playas.

   Los hámsters que habían conseguido alcanzar la otra orilla del río, se escondieron inmediatamente durante el día, por ejemplo debajo de los botes tumbados en la playa. De noche salieron para penetrar en los pueblos y los campos. Hallaron cobijo en casetas, sótanos e incluso en las viviendas, para buscar por las noches cereales, cebollas y fruta. Dado que expoliaban los jardines y los campos, cada habitante fue obligado a matar cincuenta hámsters. Debió haber emprendido la migración un gigantesco número de estos animales.

   Estos hámsters sólo tienen unos pocos enemigos naturales, como por ejemplo el armiño, el turón, el zorro y las aves de rapiña. Por ello a menudo se pueden reproducir en gran cantidad en las zonas apropiadas, sobre todo teniendo en cuenta que el número de crías es considerable, ya que cada camada consta de 4 a 18 pequeños. Puesto que cada año son corrientes 2, a veces incluso 3, camadas, tienen una buena tasa reproductora.

   El hámster le podría ser de mucho provecho al campesino, ya que come muchos ratones de campo y otros animales perjudiciales. El campesino incluso podría renunciar a los cereales y otros frutos del campo que el hámster consume, pero este animal destroza más de lo que necesita para alimentarse, puesto que rompe muchos tallos a mordiscos, aunque sólo sea para abrirse caminos que le lleven de un lado a otro de los campos.

   Como ser solitario, el hámster es agresivo frente a sus congéneres. Incluso en la época de apareamiento las parejas se aproximan lentamente. En los primeros encuentros, los machos y las hembras sólo se olisquean brevemente en el hocico; la hembra resopla, muerde y echa a correr. Eso

   se repite varias veces. A continuación la pareja se permite un olisqueo mutuo más intenso, también en las glándulas de los flancos y en la región anal. La hembra huye cada vez menos trecho y lo hace con mayor lentitud, de manera que el macho puede seguirla. Al hacerlo, éste deja oír resoplidos y el ruido de afilarse los dientes, con los que trata de pacificar a la hembra. Finalmente consiguen aparearse en la madriguera de ésta. Al cabo de 2 ó 3 días vuelve a echar al macho de su nido.

   En la bien acolchada madriguera la hembra pare las crías tras un período de gestación de sólo 18 a 20 días. Puede tratarse de 4 a 18 crías, si bien lo más frecuente son 8. Al nacer pesan unos 7 grms. y están desnudas y ciegas. Sin embargo, ya poseen los incisivos, que usan a la edad de una semana, cuando la madre les lleva vegetales al nido. Su desarrollo es rápido. Los ojos se abren a los 14 días y a esa edad ya tienen el pelaje completo. Con 3 semanas se independizan y abandonan la madriguera de la madre. A veces se quedan durante un tiempo más, pero la hembra ya no les amamanta.

   Las pequeñas crías emiten una especie de pitidos, sobre todo cuando se han caído del nido. Entonces, la madre las coge cuidadosamente con sus incisivos por la nuca y las lleva de vuelta al mismo lugar. En caso de peligro las lleva a otra madriguera. Si las crías todavía son muy pequeñas, las transporta en el interior de sus abazones; si no, las lleva en la boca. Cuando la madre lleva a las crías de esta manera, éstas caen en la llamada "rigidez de transporte", la cual facilita considerablemente el trabajo a la hembra.

   Cuando las crías dejan oír el ruido de afilarse los dientes, cosa que ya hacen a la edad de 10 días, ello es generalmente una manifestación de miedo y agresividad. No obstante, estos sonidos también los utilizan cuando inician el apareamiento. Frente a sus enemigos el hámster emite resoplidos o incluso chillidos. Cuando lo hace, hincha sus abazones, con lo que parece más grande. Sus dibujos negros y blancos también le hacen parecer de mayor tamaño cuando se yergue. Cuando se siente acorralado, el hámster salta sobre sus enemigos, incluso sobre perros y personas, agarrándose a ellos a mordiscos.

   En las latitudes septentrionales el hámster hiberna, mientras que en las regiones meridionales de su área de distribución puede permanecer despierto durante todo el año. Ello se debe a las temperaturas. Cuando, en otoño, la temperatura diurna media desciende de los 10 ºC, el hámster comienza a hibernar. Al subir la temperatura media en primavera por encima de los 5 ºC, finaliza su letargo. A comienzos y a finales de este período, el hámster despierta cada día para comer de sus provisiones. En mitad del invierno sólo se despierta cada 2 a 7 días. Su temperatura corporal desciende a 4 ó 5 ºC durante la hibernación, mientras que los latidos de su corazón disminuyen a 15 por minuto. El descenso de la temperatura corporal y de los latidos sirve para ahorrar energías y, por consiguiente, para sobrevivir durante la estación fría. Y, si bien la circulación y el metabolismo funcionan a medio gas y el hámster come de vez en cuando algo de sus provisiones, su peso baja en esta época en un 20 a 30%.

   Si en tiempos pasados se creyó que el hámster vulgar era un animal de difícil mantenimiento en cautividad e imposible de criar, ello ha sido rebatido a conciencia. La señora Rosl Kirchshofer consiguió en 1950 hacerlos criar por primera vez. La pareja de cría era tan pacífica que la había podido mantener unida. Ahora se sabe que los hermanos de camada, o los hámsters que se han juntado de muy jóvenes, conviven pacíficamente durante toda su vida. Con ejemplares que se han cazado de adultos eso es imposible y se han de alojar por separado. Unicamente en el período de apareamiento se pueden reunir y sólo si la hembra está en celo. De lo contrario atacaría al macho y le mordería, tal vez incluso le mataría, ya que en una jaula éste no puede huir. En tal caso se deberá intentar otro día. La hembra está en celo cada 4 a 7 días. Si el acoplamiento ha tenido éxito hay que sacar al macho de la jaula de la hembra, pues ésta se vuelve nuevamente agresiva. 

   Sobre todo entre los hermanos de camada hay con frecuencia un asombroso entendimiento y paz. Aún cuando la hembra tiene crías, permite que el macho esté en la misma jaula e incluso, a veces, que comparta el mismo nido y se ha observado que el macho ha tomado parte en el calentamiento y la limpieza de las crías.

   Lo importante es que la jaula sea suficientemente grande. Para una pareja de hámsters vulgares no debe ser menor de 100 x 60 cms., con una altura de 40 a 50 cm. Es preferible que sea de una malla metálica fuerte o de barrotes metálicos resistentes. Una jaula construida de madera será roída más tarde o más temprano. En tal caso son mucho más apropiadas las cajas de venta en los comercios para cobayas y conejos enanos. Estas jaulas grandes, fabricadas de plástico con una ventana frontal transparente de plexiglás no sólo resisten los dientes del hámster, sino que también son muy fáciles de limpiar. Según sea necesario, se puede subdividir en dos compartimentos mediante una rejilla, una plancha de plexiglás transparente o una de plástico opaco con una abertura; así, cada animal tiene un pequeño territorio propio, pero también puede ir el uno al encuentro del otro.

   Si no es posible alojar a los hámsters en grandes cercados, en los que se introduce una mezcla de tierra y barro, la cama debe consistir en virutas de madera purificadas, como las que venden ya empaquetadas en las tiendas de animales. En ellos también se puede adquirir paja cortada de cáñamo, que ha resultado muy apropiada, ya que absorbe perfectamente la humedad y los olores. Para acolchar el nido se le puede dar al hámster heno y paja, que convierte con ayuda de sus dientes en fibras sumamente suaves. Para construir su nido se le puede dar asimismo una casita de unos 35 x 25 x 25 cm, que le encanta acolchar profusamente. Si se tienen dos hámsters, es mejor proporcionarles dos casitas-dormitorio, por más pacíficos que sean los animales.

   Como alimento se le puede proporcionar una mezcla de granos, como las que se pueden adquirir para cobayas y conejos enanos. Esta mezcla se compone principalmente de trigo, avena, cebada, maíz, pipas de girasol y pellets prensados. También acepta patatas, colinabos, zanahorias, manzanas, peras y otras frutas dulces, además de plantas verdes tiernas y frescas. Entre éstas se cuentan, además de la alfalfa, Ornithopus y esparceta, el trébol amarillo, hojas tiernas de diente de león, llantén, acedera, bolsa de pastor, cerraja, quenopodio, milenrama, armuelle y álsine, gramíneas y sus paniculas, pero también endibias, espinacas y hierba de canónigos. Pero un hámster no come tanto alimento verde como, por ejemplo, un conejo o un cobaya, sino sólo pequeñas cantidades.

   El hámster vulgar es más bien un animal omnívoro, al que le gusta el alimento de origen animal, que forma aproximadamente el 15% de su dieta total. Por eso, además de "gusanos" de la harina, lombrices de tierra y otros pequeños animales, también se le deben dar pedacitos de carne magra, ternera picada, corazón e hígado. La carne de cerdo sólo se le debe dar cocida.

   A fin de satisfacer su necesidad de roer y evitar así que los incisivos crezcan demasiado, el hámster necesita ramas de diversos árboles planifolios, así como pan integral seco. Algunas galletas para perros también son apropiadas para que pueda desgastar sus dientes, y pueden ser un buen sustituto de la alimentación de origen animal, puesto que le aportan gran cantidad de proteínas.

   Un hámster vulgar recién salido del nido puede volverse absolutamente manso. Incluso desarrolla cierto afecto por su cuidador, al que puede distinguir claramente de entre otras personas. Cuando su dueño lo llama o le silba, acude y se deja coger y acariciar. Con paciencia y compenetración se le puede pedir que realice ciertos trucos que se le han enseñado. Naturalmente, todo ello ha de mantenerse dentro del marco de sus capacidades y tendencias naturales. Así, la señora Elisabeth Naundorf relata en Grzirneks Tierleben que uno de sus hámsters tenía una extraña preferencia por objetos incomestibles. Explica que solía meter en sus abazones todo lo que encontraba, entre otras cosas, gomas de borrar, botones, trapitos y, sobre todo, cintas. Por éstas tenía tal delirio que en las representaciones particulares que dicha señora daba con sus hámsters, el animal les quitaba a las niñas las cintas del pelo y se las metía en sus abazones. Si una cinta era tan larga que no le entraba y la tenía atravesada en su boca, se la volvía a sacar e intentaba siempre de nuevo volver a metérsela. Eso era muy cómico y la señora Naundorf le dio, durante una representación, una cinta bien larga que enseguida empezó a querer meterse en las bolsas. Pero la señora Naundorf la mantenía sujeta por el otro extremo y volvía a sacársela, cosa que enfadaba mucho al hámster, el cual intentaba mantenerla dentro de sus abazones. Cuando esta señora finalmente soltó la cinta, el hámster comenzó a introducirla rápidamente en uno de sus abazones.

   La señora Naundorf demostró la capacidad de aprendizaje de este hámster haciéndole apagar una lámpara de gas. A una imperceptible señal de esta señora, el animal tiraba de una cadenita dispuesta al efecto. Ella lo había ensayado durante mucho tiempo con el hámster, colgándole golosinas de la cadenita.

   Todos sus hámsters habían aprendido a "hacerse el muerto", permaneciendo echados de espaldas hasta que ella, moviendo su mano, les daba permiso para levantarse.

   Al final de la representación, cuando la señora Naundorf veía que su estrella "Nickels" ya no estaba por el trabajo y quería marcharse, se sentaba en cualquier sitio junto a la mesa y le llamaba. Inmediatamente el hámster la buscaba, le saltaba al regazo y desde allí se encaramaba a su hombro. Siempre la reconocía entre todos los asistentes y nunca se iba a otra persona que no fuera ella.

   Estos ejemplos demuestran que el hámster vulgar es capaz de enormes rendimientos.

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