Transporte

 Transporte - 
Por primera vez


   Si has acudido a una tienda de mascotas para adquirir a tu hámster, lo más seguro es que en la tienda te faciliten una pequeña caja de cartón. Estás cajitas o tienen nada que hacer frente a nuestros poderosos incisivos y dado que nos encanta roer, no tardaremos mucho en abrirnos paso a través de ella y ver donde nos llevan.

   Si por el contrario, te lo regala alguien, seguro que se utiliza la socorrida caja de zapatos (también de cartón), con la que sucederá lo mismo que en el ejemplo anterior, aún en caso de trasyectos cortos.

   Así que si no quieres que tu nueva mascotita se pierda, deberías utilizar para su transporte una jaula pequeña o una caja de madera con barrotes en uno de los lados. También venden en las tiendas especializadas, unas pequeñas peceras transparentes, con una tapadera en su parte superior perforada para favorecer la ventilación. Estas no deben utilizarse nunca como alojamiento, solo es para desplazarnos en trayectos cortos.
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Dejarnos al cuidado de alguien
   Si tienes parientes, conocidos o vecinos de los que te puedas fiar y que puedan ir a tu casa cada dos o tres días para cuidar de tu hámster, lo mejor para él sería dejarlo en casa durante tus vacaciones. Eso es mucho mejor que toda la excitación del viaje. Facilítale el trabajo a la persona que ha de cuidarle, dejando suficiente cantidad de relleno para la jaula y de comida para todo el tiempo que dure tu ausencia.

   Si no encuentras a nadie que vaya a tu vivienda para ocuparse de tu hámster, cabe que alguien se lo lleve a su propia casa. Puedes hablar asimismo con tus parientes, conocidos o vecinos, pero también con otros propietarios de un hámster. Entonces tal vez, podrías ocuparte tu del hámster de ellos cuando vayan de vacaciones. Tampoco en este caso debes olvidarte adquirir suficiente comida y relleno para la cama y entregárselo, así como también un comedero y bebedero suplementario por si los primeros se rompen.

   Si en tu círculo familiar o de amistades no encuentras a nadie que quiera ocuparse de tu mascota o de quien tu te puedas fiar que va a tratarle bien, siempre te queda la posibilidad de llevarle a una tienda de animales de confianza o a una residencia que se ocupen de tu animalito durante tus vacaciones, con el pago de una cuota. No obstante, justo en la época de vacaciones las plazas en estas residencias son escasas, de manera que cuanto antes inscribas a tu mascota en ese lugar, mejor. Asegúrate antes de hacerlo que va a estar bien acomodado y atendido. Seguramente podrás confiar en el dueño de tu tienda de animales, de la que tal vez seas cliente asiduo o incluso donde hayas comprado tu hamstercillo. Además en este caso, tu mascota conocerá la comida y el material para la cama porque es el que siempre compras. En el caso de las residencias de animales es preferible que compares y mires si están limpias y las llevan de forma fiable. Desgraciadamente existen ejemplos negativos donde no nos tratan ni mínimamente bien a los animales.

   Como última observación, si sólo te vas a ausentar dos o tres días, puedes dejar a tu mascota con la jaula limpia y suficiente agua y comida. No nos pasará nada en ese período, si tenemos agua y alimentos, eso sí, tu mascota te echará de menos y esperará impaciente tu regreso.

 Transporte - De vacaciones


   Si se trata de un viaje en coche, no hay mucho problema por llevar a tu hámster. Tan sólo debes tomar algunas precauciones importantes y tener en cuenta lo siguiente:

   Debes llevar la jaula en la que el hámster vive. Si tienes espacio libre para la jaula en uno de los asientos posteriores, debes colocarla allí, preferentemente dentro de una caja de cartón fuerte, cuyas paredes laterales sean algo más altas que la propia jaula. Estas paredes protegen del sol y hacen que no haya tanta claridad dentro de la jaula. No obstante, no se debe cerrar la tapa de la caja, pues si se hace, el hámstercillo podría no recibir el aire suficiente y, además, se acumularía el calor. Lo mejor es colocar unas pequeñas persianas parasol en las ventanillas laterales traseras, que retendrán tanto la luz como el calor.

   Los inconvenientes del asiento trasero estriban en que al tomar las curvas hay mucha presión lateral, de modo que la jaula o la casita-dormitorio en su interior pueden deslizarse de un lado a otro. Por ello, es aconsejable sujetar la jaula y fijar la casita-dormitorio en el interior de la misma con cinta adhesiva.

   Los asientos suelen tener también cierta pendiente hacia atrás, por lo que la cama y el pienso no tardarían en deslizarse. Para evitar esto, puedes poner un cojín debajo de la jaula ya atada, a fin de que su suelo quede nivelado. Ambas cosas contribuyen mucho a que el hámster se encuentre cómodo.

   Si tu coche es lo bastante grande y la jaula cabe en el suelo detrás de los asientos delanteros, éste será el mejor sitio, ya que es plano, el sol apenas lo toca y la presión lateral en las curvas es menor. Sin embargo, también para este lugar has de tomar todas las precauciones que te he dicho más arriba.

   Es poco recomendable mantener la jaula con el hámster en el regazo; a lo sumo se puede hacer en trayectos cortos. Sufriríamos más vaivenes y molestias(¡¡aysss, que mareo!!), ya que incluso para un pasajero muy quieto puede convertirse en un suplicio el tener que estar continuamente inmóvil.

   Si te tomas un descanso o intercalas en tu viaje la visita a alguna ciudad, deja al hámster en su sitio dentro del coche, pues está necesitado de tranquilidad (de veras, no nos lleves a dar una vueltecita). Únicamente, debes procurar que todo el coche esté aparcado a la sombra y que las ventanillas queden algo abiertas para que pueda entrar aire fresco y salir el calor. En las ciudades es mejor meterse en un aparcamiento cerrado, ya que ese será el lugar más fresco. Si aparcas en la calle, presta atención a la posición del sol; de otro modo podría ocurrir que al poco rato el coche ya no se encontrara a la sombra sino a pleno sol, lo que para nosotros los hamstercillos significaría la muerte por un choque térmico.

   El viaje en tren con un hámster suele ser menos problemático. Tanto la jaula como la casita-dormitorio están mucho más seguras en el compartimento y apenas pueden deslizarse de un lado a otro. La temperatura en el interior del compartimento también permanece más constante, si bien a veces hay corrientes de aire. Lo mejor, si se viaja en tren, es llevarnos en una caja de transporte de madera, de las que hay varios modelos en el comercio. Nos solemos acostumbrar a tiempo a entrar en la caja (que suele tener una abertura lateral que se puede cerrar), utilizándola como casita-dormitorio durante un tiempo antes de emprender el viaje. Si además la jaula que te llevas es plegable, no te estorbará ni tu mascota ni su equipo.

   Si quieres llevarnos en un viaje en avión, oficialmente es muy difícil y además es caro. Únicamente podríamos viajar en un compartimento especial para animales y en la jaula de transporte prescrita por la compañía aérea. De otro modo, tan sólo te quedaría la opción no oficial: llevarlo como equipaje de mano dentro de una bolsa.

   Si es un viaje al extranjero y te quieres llevar a tu hámster, se añaden otros problemas. En la mayoría de casos no está permitido entrar animales o tan sólo con un certificado veterinario oficial e, incluso, tal vez habiendo recibido las vacunas preventivas. Si de verdad deseas llevarte contigo a tu hamstercillo a tu lugar de vacaciones en el extranjero, infórmate a tiempo en el consulado pertinente. Ciertas vacunaciones se han de llevar a acabo algún tiempo antes de emprender el viaje y los papeles necesarios tampoco se consiguen de hoy para mañana.

   Dadas estas difíciles circunstancias, quizá sea mejor, tanto para ti, como para tu mascota, dejarlo al cuidado de alguna persona de confianza.



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Al veterinario


   Como en el caso anterior, la visita al veterinario (si la consulta de éste no está muy lejos), se puede realizar en una pequeña jaula, caja de madera con barrotes laterales o las peceras pequeñas que se utilizan como terrarios.

   Para que estemos más cómodos y no nos asustemos por el traslado, puedes introducir en el fondo un poco de lecho de la jaula y unas semillas. Dado que los hámsters nos regimos principalmente por el oído y el olfato, el olor familiar hará que nos sintamos más tranquilos, sobre todo si estamos enfermitos y nos despiertan en nuestras horas de descanso. En este caso, el análisis del lecho de la jaula le será también de gran utilidad al especialista para elaborar el diagnóstico.

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