Anatomía - Peso y medidas | |
Cuando somos adultos medimos de 17 a 18 cms. Las hembras son relativamente más grandes que los machos. En el peso también se aprecia esta diferencia: la hembra pesa entre 150 y 180 grms., en tanto que el macho sólo alcanza entre 120 y 170 grms. |
- Anatomía - Pelaje | |
Nuestro cuerpo está recubierto de un pelaje tupido y suave, generalmente más oscuro en la zona de la espalda y más claro en el vientre. Estas diferencias de color se notan particularmente en los ejemplares de la variedad golden (dorado), que es la más parecida a la forma en estado salvaje por el color. En nuestra espalda el manto es de color oro bruñido (de ahí el nombre), con un fino punteado negro, mientras que nuestro vientre es de color crema claro. En otras variedades, todas ellas creadas por el hombre, esta diferencia ha desaparecido en beneficio de un color uniforme de todo el cuerpo (variedad blanca, crema, etc.). La piel, de color claro, nos recubre abundantemente el cuerpo, hasta el punto que somos capaces de movernos fácilmente en su interior. Esta característica se puede apreciar muy bien cuando nos estamos limpiando: empujamos la piel de los flancos hacia delante para poderla limpiar cuidadosamente con nuestra lengua rasposa. Si levantas un hámster con la mano, sujetándolo por ejemplo por la nuca, te parecerá que levantas un saquito con el animalito dentro. |
- Anatomía - Patas | |||||
En nuestras patas anteriores tenemos cuatro dedos bien desarrollados, mientras que el quinto (el pulgar) es más rudimentario. Los dedos tienen uñas fuertes, que utilizamos para escarbar el suelo en búsqueda de alimento o bien para construir nuestra madriguera. Por otro lado, nuestros dedos son bastante prénsiles y los empleamos para sostener la comida mientras comemos. Esto nos permite romper la cáscara de las semillas o roer las raíces más duras y el pan seco. Para hacerlo nos sentamos sobre nuestras patas posteriores y utilizamos las anteriores como si fueran manos. Sin embargo nosotros no somos capaces de andar en posición erguida y, por lo tanto, cuando tenemos que desplazarnos, nuestras extremidades anteriores vuelven a funcionar como patas.
Otra actividad fundamental que llevamos a cabo con las extremidades anteriores es la limpieza. En realidad, los hámsters somos animales que cuidamos mucho nuestra propia higiene. Durante el día pasamos muchas horas limpiándonos el pelo, para lo que utilizamos las patas delanteras como si fueran una esponja: las mojamos y luego frotamos el pelo alisándolo cuidadosamente. Gracias a nuestra columna vertebral particularmente flexible, llegamos a todas las partes de nuestro cuerpo. Nuestras patas posteriores tienen los cinco dedos completamente desarrollados. Las utilizamos exclusivamente para caminar o para expulsar la tierra que sacamos con las delanteras cuando excavamos la madriguera. Además, son más largas que las anteriores. |
- Anatomía - Glándulas | |
En los flancos, a la altura de la última costilla, poseemos unas glándulas características que emanan una secreción que utilizamos para la demarcación del territorio y de la madriguera. Para realizar esta operación frotamos con los flancos piedras, ramas, etcétera, y dejamos un rastro que los otros hámsters reconocen. En una jaula también hacemos lo mismo, aunque no tiene la misma función (alejar a los extraños), pero nos gusta que nuestro hogar huela a nosotros. Las glándulas son oscuras y están recubiertas por un mechón de pelo más oscuro que el resto de nuestro cuerpo. Los humanos que no conocen su existencia puede confundirlas con un absceso o un eccema. |
- Anatomía - Orejas | |
Nuestras orejas, bastante grandes, están cubiertas exteriormente por una fina pelusa, pero carecen totalmente de pelo en el interior, en donde la piel es de color muy oscuro, casi negro. Para proteger la parte interior de nuestras orejas, cuando dormimos, las solemos enrollar. |
- Anatomía - Sexo | |||||
El cuerpo de nosotros, los machos, termina en forma puntiaguda, con una cola corta, prácticamente desprovista de pelo. En el macho adulto, como Tarzán y yo, los testículos resultan bien visibles, puesto que se encuentran en el exterior y se alargan por detrás el cuerpo. La distancia entre el ano y la abertura de los órganos sexuales es mayor en los machos que en las hembras. El cuerpo de las hembras termina con una forma más redondeada. Su cola es corta y está recubierta de una ligera pelusa. |
- Anatomía - Incisivos | |
Los hámsters formamos parte del orden de los roedores que se caracteriza por la presencia de dos fuertes incisivos en cada mandíbula. Nuestros dientes carecen de raíz y, por consiguiente, su crecimiento es continuo durante toda nuestra vida. Los incisivos son muy cortantes y por la cara anterior están recubiertos por una dura capa de esmalte. En cambio, la cara posterior es más blanda. Dado que roemos continuamente cuerpos duros, como por ejemplo madera o pan seco, los dientes se nos desgastan más por la parte posterior que por la anterior y, en consecuencia, siempre están afilados.** Nuestra cabeza y nuestra musculatura están estructuradas en función de los incisivos. Nuestro cráneo es proporcionalmente grande, en relación con nuestro esqueleto y nuestra musculatura está muy bien desarrollada. Como no tenemos dientes caninos, hay un espacio de encía (diastema) entre los molares y los incisivos. |
- Anatomía - Abazones | ||||||
En ambos lados de nuestra cabeza, desde las mejillas hasta los hombros, tenemos unas grandes bolsas, que reciben el nombre de abazones, formadas por piel dura y seca, en donde almacenamos grandes cantidades de comida que, si no consumimos en el momento, transportamos a la madriguera. En el orificio de entrada tenemos unos pelitos que impiden que se nos salga la comida por accidente. Cuando queremos vaciar las bolsas, las oprimimos con las patas anteriores desde detrás hacia delante y el alimento sale sin problemas. Es impresionante y a la vez divertido, ver la cantidad de comida que logramos almacenar en nuestros abazones. Gracias a ellos, podemos transportar mucha comida a la madriguera manteniendo la total libertad de movimientos. En estas bolsas no tenemos glándulas, es decir que la digestión del alimento no empieza en su interior, sino cuando es masticado con nuestros dientes.
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